Esta manualidad ofrece la forma
más fácil y entretenida para reciclar los palitos del helado transformándolos
en un divertidísimo portalápices personalizado con el que guardar el material
escolar de nuestros pequeños y, a la vez, decorar su habitación. Tan solo
necesitamos palitos de madera, una lata con una abertura circular en una de sus
bases, pegamento y pintura acrílica o cintas de tela de colores llamativos y
elementos decorativos.
La lata será la base del portalápices. Sobre su superficie los niños, con vuestra ayuda, pegarán uno a uno los palitos de madera uno al lado del otro hasta cubrir todo el espacio. Una vez el pegamento haya secado podéis decorarlo a vuestro gusto dejándoos llevar por vuestra imaginación utilizando pintura, adhesivos, tela… ¡Seguro que pasáis un rato muy agradable!
Gema Lerma
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